BIO-PLATEAUX, un proyecto de gestión del agua entre tres países y dos cuencas

Francia, Surinam, Brasil y los ríos transfronterizos Oyapock y Maroni: estos son los protagonistas del proyecto BIO-PLATEAUX.
El Escudo Guayanés, que alberga una biodiversidad excepcional, está sometido a presiones que ponen en peligro los servicios esenciales para la población local: acceso a agua potable de calidad, resiliencia ante fenómenos climáticos extremos, mantenimiento de la calidad del medio ambiente a pesar del desarrollo de actividades económicas legales e ilegales (como el lavado ilegal de oro).
Estas cuestiones de gestión son compartidas por los 3 países, pero las fronteras administrativas definen de hecho límites geográficos de competencia y, por tanto, una multiplicación de los actores implicados en la gestión, con expectativas, prioridades, lenguas de trabajo, contextos jurídicos, métodos de organización, limitaciones y recursos legítimamente diferentes.
El proyecto BIO-PLATEAUX pretende, paso a paso, ayudar a reforzar los vínculos y contribuir a la descompartimentación necesaria para la gestión sostenible de los ríos transfronterizos.Rémi Boyer, responsable del proyecto de gestión integrada de los recursos hídricos en el Departamento de Apoyo - Cooperación Institucional y Técnica de OiEau, explica los pormenores de este ambicioso proyecto.
Me llamo Rémi Boyer y soy gestor de proyectos de gestión integrada de recursos hídricos. Trabajo en el Departamento de Apoyo - Cooperación Institucional y Técnica de Sophia Antipolis. Tras varias experiencias en el Sudeste Asiático y África, actualmente trabajo en proyectos en América Latina y el Caribe.
En particular, tengo la oportunidad de dirigir la iniciativa Bio-Plateaux en la meseta de Guyana. Este proyecto se centra en los ríos transfronterizos que la Guayana Francesa comparte con sus vecinos: el Maroni, al oeste, con Surinam, y el Oyapock, al este, con Brasil. A petición de la Junta del Agua de Guayana, el equipo de OiEau ha asumido el papel de facilitar y coordinar las actividades disponibles para los socios de los tres países.
BIO-PLATEAUX está financiado por la Unión Europea (Programa de Cooperación Interreg Amazonas), la Región de Guayana, el Centro Nacional de Estudios Espaciales, la Dirección General de Aguas de Guayana, la Oficina Francesa de Biodiversidad y las administraciones francesas de Guayana.
Los ríos transfronterizos Maroni y Oyapock: riquezas y desafíos
El Escudo Guayanés en general, y las cuencas transfronterizas del Maroni y el Oyapock en particular, se caracterizan por dos rasgos únicos:
- humana, con una notable riqueza cultural. El Maroni reúne una gran variedad de culturas: criollos, bosquimanos, amerindios, pueblos de origen asiático, etc. De aguas abajo a aguas arriba, a medida que el río serpentea, abunda en especificidades, lenguas, medios de subsistencia y organizaciones sociales diferentes. Estas cuencas son ante todo zonas de vida.
- También son ecosistemas, con una biodiversidad excepcional, para los que los recursos hídricos son un verdadero caldo de cultivo. La Guayana Francesa es la puerta de Europa a la Amazonia. Este tesoro verde y azul plantea interrogantes sobre los instrumentos de que disponemos para conocerlo mejor y protegerlo, tanto en términos de indicadores como de recursos.
En este contexto concreto, las cuencas fluviales transfronterizas se enfrentan, no obstante, a graves problemas de gestión, que son muy reales para las personas que viven en ellas:
- servicios esenciales, empezando por el acceso al agua potable de calidad suficiente y de forma continua. En las zonas aisladas, se trata de un reto técnico, económico y de organización de los servicios que, además, debe adaptarse al contexto y a las expectativas de la población local. Otro servicio esencial es la gestión de los residuos sólidos, con importantes problemas de recogida, transporte y almacenamiento para ambas cuencas.
- el riesgo de inundaciones, con el cambio climático provocando fenómenos extremos más intensos y frecuentes, y un patrón estacional cambiante. Debido a la historia de estos ríos, el nivel de resiliencia de las poblaciones es relativamente alto en comparación con otras regiones del mundo, pero la vulnerabilidad y la exposición a los riesgos aumentan de generación en generación, con el crecimiento demográfico, la sedentarización y la multiplicación de las zonas habitadas a lo largo del río.
- la calidad del medio ambiente, con cambios en las actividades económicas que repercuten en los recursos hídricos. Por ejemplo, el uso de sedimentos en las riberas modifica el curso de los cursos de agua y su hidromorfología. Otro ejemplo es el lavado ilegal de oro, que tiene consecuencias para la vida cotidiana de los residentes locales (turbidez, que afecta directamente a las aguas de baño) y para la salud de las personas expuestas a metales pesados a través de los alimentos tomados de los ríos (pescado, por ejemplo).
El enfoque progresivo del proyecto BIO-PLATEAUX
Por definición, estas cuestiones de gestión son compartidas, ya que están vinculadas al flujo de los ríos y a la dinámica aguas arriba-aguas abajo en las cuencas hidrográficas. Sin embargo, los socios surinameses, guyaneses y brasileños han observado que las respuestas dentro de los territorios y entre ellos están compartimentadas. Aunque los ríos son puntos de contacto dinámicos que permiten el transporte de mercancías y personas, no dejan de ser fronteras en los mapas. Estas fronteras definen los límites de las competencias geográficas y, por tanto, el número de actores implicados en la gestión, con expectativas, prioridades, lenguas de trabajo, contextos jurídicos, métodos organizativos, limitaciones y recursos legítimamente diferentes.
Por todas estas razones, existe una necesidad real de diálogo y coordinación hacia una gestión integrada de los recursos hídricos y la biodiversidad acuática. Esto implica construir progresivamente una gobernanza transfronteriza e intersectorial entre los distintos usos (agua potable, navegación, medio ambiente, agricultura, hidroelectricidad, actividades extractivas, etc.), que reúna a todos los agentes institucionales (autoridades nacionales, regionales, locales), no institucionales (económicos, no económicos, asociaciones) y poblaciones (autoridades consuetudinarias y usuarios).
Con un enfoque gradual, el proyecto BIO-PLATEAUX pretende contribuir a reforzar los vínculos y ayudar a derribar las barreras necesarias para la gestión sostenible de los ríos transfronterizos.
El reto del conocimiento: Fase 1
Entre 2019 y 2022, la primera fase del proyecto ha apostado por anclar el enfoque en el conocimiento, con tres objetivos:
- conocerse mejor, con la organización de una conferencia internacional en Cayena que reunió a altas autoridades de los tres territorios en noviembre de 2019, con el fin de formular una voluntad política compartida de diálogo, e instigar la dinámica de trabajo. A continuación, se crearon grupos técnicos temáticos transfronterizos, basados en las problemáticas clave de estas cuencas hidrográficas (riesgos, calidad medioambiental, servicios esenciales). Éstos permitieron organizar intercambios a distancia durante el periodo COVID, seguidos de campañas conjuntas sobre el terreno.
- Mejorar el conocimiento de los recursos hídricos y la biodiversidad acuática, identificando los datos existentes, compartiéndolos y desarrollándolos conjuntamente (plataforma www.bio-plateaux.org, productos en función de las necesidades como boletines hidrológicos diarios), pero también reforzando las redes de seguimiento en función de las prioridades identificadas por los socios. Por ejemplo, el proyecto ha facilitado la firma de un acuerdo franco-surinamés de cooperación técnica transfronteriza a nivel ministerial sobre el Maroni, y la instalación de estaciones hidrométricas para mejorar la prevención y la respuesta a las inundaciones.
- Sensibilización sobre los retos a los que se enfrentan las cuencas transfronterizas, dirigida a técnicos (estudios y formación sobre temas innovadores, como la hidrología espacial), al público en general (con clases sobre el agua, basadas en materiales educativos elaborados con asociaciones y socios de los tres territorios) y a los responsables de la toma de decisiones (con la inclusión de la cooperación en el Plan Maestro de Aprovechamiento y Gestión del Agua de la Guayana Francesa (SDAGE) 2022-2027 y la promoción conjunta de los retos a los que se enfrenta el Escudo Guayanés en eventos internacionales).
Hacia un Observatorio transfronterizo: Fase 2
Tras esta primera fase, que sentó las bases del diálogo entre los tres países, la segunda fase del proyecto, que se desarrollará hasta 2026, consiste en trabajar en la creación de un observatorio transfronterizo del agua y los medios acuáticos, con cuatro enfoques complementarios:
- La gobernanza, que es la base del trabajo conjunto. Por un lado, se trata de reflexionar sobre el propio Observatorio, con un trabajo de prefiguración compartido. Este Observatorio será co-construido por los actores de los tres territorios, y deberá adaptarse a las posibilidades jurídicas y organizativas y a los recursos disponibles para ser sostenible. Además, el Observatorio se inscribe en un contexto preexistente de cooperación y diálogo transfronterizos, por lo que debe contribuir a él y reforzarlo;
- el liderazgo local, mediante la puesta en marcha de un enfoque participativo para que la población local pueda influir directamente en los trabajos de preconfiguración y planificación del Observatorio a través de sus conocimientos, observaciones y la formulación de sus expectativas. El proyecto también prevé que los residentes locales se beneficien de iniciativas de sensibilización, en colaboración con las escuelas y asociaciones locales;
- la planificación de la cuenca, con el establecimiento de un método ad hoc que tenga en cuenta las limitaciones reglamentarias de cada país, y luego su aplicación conjunta, progresiva y participativa mediante un inventario, un diagnóstico compartido y la definición de una visión común del futuro de la cuenca;
- la mejora de los conocimientos, mediante el intercambio de experiencias temáticas y la producción de datos que alimentarán la planificación de la cuenca, como continuación de los grupos técnicos transfronterizos creados durante la primera fase.
En estrecha coordinación con los puntos focales de cada territorio (la Oficina del Agua de Guayana, la Universidad Anton de Kom en Surinam, la Secretaría de Estado de Relaciones Internacionales en Amapa, Brasil), el equipo de OiEau ha sido identificado para liderar el enfoque transfronterizo. Se trata de una oportunidad extraordinaria para compartir y aprender de nuestros socios, en un contexto único y profundamente fascinante.
Las expectativas y necesidades son elevadas, y BIO-PLATEAUX no pretende responder a todos los retos de una zona compleja. Pero el proyecto sí pretende contribuir al futuro de los ríos transfronterizos del Escudo Guayanés.